Ya se que llevo tiempo sin actualizar y que tengo mucho que aprender en esto de la blogosfera aunque ya saben quienes me conocen que las tecnologías no son lo mío. Lo que sí me atrae, o por lo menos disfruto con ello, es con el cine y este fin de semana tuve una cita ineludible, Shrek Tercero. El viernes por la noche y con la compañía de mi hermana Sandra, vi una de las películas más divertidas de la animación además de ser todo un prodigio de realización que supera a las anteriores con mucho.
Como seguro que ya habéis oído se trata de prolongar más la historia con la paternidad de Shrek y su nombramiento como rey pero él se resiste y es ahí donde comienza su periplo para buscar un pariente que le sustituya en el trono-nada menos que el primo Arturo-. En el camino aparecerán nuevos personajes como el mago Merlín ( un puntazo), el grupo de princesas de cuento, alucinaciones de Sherek con bebés ( uno de los mejores gags) y un instituto de "pijos"(brutal).
Sin embargo y. aunque haya quien piense que las películas de animación son una chorrada, Sherk trae consigo una crítica irreverente contra la ñoñería de los cuentos y la sociedad así que si se lee entre líneas-sobre todo el discurso final de Arturo-la película se convierte en algo más que una obra maestra digital.
Por cierto, a pesar de que la sala estaba llena y había niños pequeños había un silencio de "cine" sólo roto por las carcajadas al unísono y alguna que otra risa suelta de adultos por detalles que a los pequeños se le escapaba. Esto siempre es de agradecer.