Lo hay de diferentes formas; combativo, agresivo, suave, incisivo, imparcial?, serio, cachondo... pero en todas se mantiene bajo ese amplio paragüas que se denomina Periodismo. Pero por mucho que discrepen conmigo, el principal rasgo es la personalidad. Alguien dijo una vez que no se puede ser buen periodista si se es mala persona y ,tal vez, tenga razón.
Como sabe la gente que me conoce a veces no manifiesto lo que debería, de la forma que debería y, lo que es peor, me lo callo. Y como dijo Shakespeare "dad palabra al dolor, el dolor que no habla gime en el corazón hasta que lo rompe" y pocas verdades como esa hay. Y os preguntaréis para qué cuenta esta tía este rollo, pues por lo siguiente:
- A veces es necesario
- Es una de las profesiones que pueden ser más maravillosas y, a la vez, más crueles
- Shakespeare dio una de las claves del periodismo; dar voz al que quiere ser escuchado y ser el nexo entre diferentes mundos.
Tras semejante reflexión solamente dejo en el aire una pregunta ¿estamos todos los estudiantes de periodismo preparados para tal cometido?. No debemos olvidar que no todo es espectáculo y escribir por escribir.
Es una profesión muy poderosa formada por gentes muy frágiles